El implante dental es un análogo a la raíz del diente, que proporciona un pilar estable para la prótesis dental que vamos a realizar. El implante dental esta formado de Titanio cuya superficie es tratada por diferentes procesos fisicoquímicos. Tras su colocación, que se realiza en la mayoría de los casos bajo anestesia local, el implante se adhiere firmemente al hueso de la mandíbula o el maxilar superior, mediante un proceso denominado osteointegración. Mediante este proceso, que requiere un tiempo variable entre 2 a 6 meses, según los procedimientos realizados, es posible proporcionar un anclaje duradero para la prótesis dental que remplazan los dientes naturales, sin necesidad de alterar o tallar los dientes vecinos sanos consiguiendo un mayor satisfacción por el usuario.
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